Muchas personas se sorprenden al ver como personas de, aparentemente, menos recursos físicos, técnicos, intelectuales, volitivos, e inclusos disciplinarios obtienen mejores resultados
en los deportes, los negocios, en sus trabajos, en sus relaciones, etc.
¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué personas menos dotadas obtienen mejores resultados que aquellos que están más capacitados en sus campos? ¿Por qué algunas personas parecen tener más “suerte” que otras, mucha buena suerte, de hecho? A este respecto por ejemplo Bernaw Shaw decía que él no era el que mas sabia de acero, por ejemplo.
Lo que sucede es que al observar a un individuo, solo vemos, solo percibimos, su aspecto externo, incluyendo a su cuerpo físico (forma de su cuerpo, de su cara, sus manos, etc.), sus maneras (pose, forma de caminar, de moverse, etc.) y su mentalidad consciente (como
habla, como se expresa, como ríe, de que ríe, de que hace chistes, sobre que habla, sus gustos, etc.), que, aunque nos dicen mucho de un individuo, no nos dicen todo, al menos no a la mayoría de las personas, de su mentalidad subconsciente, su mentalidad interna. La mayoría de las personas solo ven la punta de iceberg, o la capa externa de la cebolla, de las demás personas e
inclusive de si mismos.
Esa pobre percepción que tiene una persona de otra es la que produce asombro. Es lo que produce esa percepción de que algunos tienen muy buena suerte y otros no.
Al ver el solo el desempeño externo podríamos ver que un individuo o grupo de individuos se desempeña mejor que otro individuo o grupo de individuos. Y sin embargo al final podríamos ver que el individuo o grupo de individuos con peor desempeño es el que gana el premio, el
que se lleva la gloria.
Un ejemplo de esto lo podemos encontrar en los eventos deportivos. Muchas veces podemos ver como un equipo se desempeña con gran agilidad, velocidad, movimientos precisos e inclusive manteniendo un juego armónico y ordenado, en algunos casos diríamos que ese equipo hace un
“juego bonito”.
Pero a pesar de la superioridad técnica de este equipo (generalmente equipo pequeños o con pocas copas ganadas) vemos como de repente el otro equipo (generalmente equipos establecidos, grandes y de muchos aficionados), resulta el ganador.
La razón no importa, una pelota rebota en algún lado, el viento desvía un balón y termina en la meta, un jugador lesionado, un árbitro beneficia a un equipo o penaliza “injustamente” al otro,
etc.
¿Por qué ocurre esto? ¿Cuál es la causa? Todo depende de las creencias. Todo depende de la mentalidad subconsciente de los individuos.
La verdad es que no importa como se presente el resultado a nivel consciente, lo único que importa es que se presenta. Y lo único que lo determina es la mentalidad subconsciente. En su
libro
YO SOY FELIZ, YO SOY RICO, Andrew Corentt escribe la casualidad no
existe, solo existe la causalidad.
La pregunta es, entonces, ¿puedo yo provocar resultados? ¿Puedo yo provocar resultados positivos, aun si no tengo el talento, los recursos, el capital que normalmente se requieren?
La respuesta es: Sí. Si puede usted o cualquiera provocar resultados positivos, aun si pareciese que usted no posee los recursos externos necesarios como capital, talento, e inclusive “suerte”,
porque todo eso que usted percibe que tiene o que no tiene, es tan solo la punta
del iceberg. Debajo de la punta del iceberg subyace lo importante: la mente
subconsciente, la creadora de todo su universo.
En YO SOY FELIZ, YO SOY RICO, Andrew Corentt, introduce el concepto de “Conjunto mental”, y explica como este concepto construye nuestras vidas, nuestro universo. Usted debe entender este concepto, hacerlo suyo y aplicarlo a su vida para obtener riqueza en su vida. El autor presenta poderosas técnicas poderosas, junto con información sorprendente, que lo lleva a
construir una vida exitosa en todos los aspectos de su vida.
La siguiente pregunta seria ¿Hay algo, entonces, que yo pueda puedo hacer para tener suerte, para que el universo conspire a mi favor? ¿Hay algo que yo puedo hacer para convertirme en una
persona prospera, feliz y exitosa? Por supuesto que si.
Toda persona es capaz de dirigir su vida por los caminos del éxito y la riqueza.
En YO SOY FELIZ, YO SOY RICO, Andrew Corentt lo lleva por un viaje fascinante, deslizando en su mente conceptos impresionantes que van reprogramando su mente subconsciente para convertirlo a usted en aquello a lo que usted tiene derecho: un ser rico, feliz y exitoso.
¿Desea ser el jugador afortunado en esta vida? ¿Desea ganar los partidos de la vida, aun aquellos en que pareciese que está en desventaja? ¿Desea ser libre de hacer todo lo que desea? Todo comienza con el primer paso. ¿Qué lo detiene?
Lea el libro, practique lo que le dice. Vuelva a leerlo, vuélvase rico. Vuélvase feliz.
Recuerde: La mente favorece al preparado. La suerte favorece al vencedor.